161Qui233n hubiera podido decirle entonces al joven nacionalista Carlo Buonaparte cuando luchaba en la monta241a corsa por la independencia de su patria al lado de Paoli que aquel segundo fruto que Letizia Ramolino llevaba en su vientre siguiendo a su marido por riscos y pe241ascos iba un d237a a dominar Europa Vino la derrota y con ella la reflexi243n Carlo asent243 la cabeza y de regreso a Ajaccio all237 nacer225n el resto de sus hijos
Y lleg2...