Un amanuense anota en su cuaderno la belleza de un cuerpo el movimiento de un rio entre las farolas y las plazoletas el misterio de unas anforas antiguas Su mirada observa los sucesos urbanos en los muros tatuados y en los espectros de la penumbra Oye una voz que en las callejuelas ocultas conversa con las estatuas de su gloria disipada Escribe por mandato del tiempo por rebatir el olvido para juntar la quietud y los vendavales
Son palabras que buscan fijar en papel y tinta los simbolos de la existencia como la aventura de una revelacion