El resultado es un libro que podriamos definir como perfecto tan perfecto como lo fue en su dia el primer Cantico de Jorge Guillen maxima expresion del canon simbolista Pero a diferencia de Guillen y de los simbolistas y del mundo que a ellos les toco vivir Andres Morales no cree en la perfeccion del ser en el mundo ni siquiera en la propia perfeccion y percepcion del ser sino mas bien en todo lo contrario Por eso su canto que agranda en el sentido que Juan Ramon queria y que el mismo en su cita de inicio recoge como clave de cifra de todo el libro aqui no puede ser ni de ilusion ni de deslumbramiento sino de angustia de critica de descreimiento de denuncia y de desolacion