No me preocupo, ya sé que nadie vuelve para contarlo. Pero yo sí puedo decirte que esos álamos que viste por última vez, cuando todo se agostaba, ahora vuelven a la vida. Que sus brazos te siguen achuchando como los míos.
De esta manera, se aborda la ausencia en uno de los relatos de este maravilloso ensayo en prosa poética que, narrado por el escritor en primera persona, te introduce de lleno en el mundo de las sensaciones, las emociones y los r...