La delicadez de los versos de Emilio Arnao unidos a las ilustraciones de Miguel Amate contrastan con la dureza de algunos de los relatos en los que se retrata a mujeres de distintas personalidades Los doce sonetos que inician la obra distan de cualquier idea preliminar que el lector tendra de dicha composicion siendo creados al milimetro asi como las ilustraciones de cada una de las mujeres que nos presentan ambos mujeres que seducen a quien se asoma a la obra