En el exterior se habla de Colombia como un país cuya gente vive feliz, a pesar de las infamias diarias. Somos alegres por encima del crimen y la corrupción generalizada de altas esferas del Estado. En medio de lo repudiable, sin embargo surgen iradas optimistas: son las voces de los historiadores, sociólogos, filósofos y politólogos que se arrogan el derecho a la crítica de lo que sucede. El profesor Efraín Alzate Salazar es uno de ellos. Su tex...