Para conocer y comprender a Medellín de hace un siglo Medellín era un pueblo grande con sólo siete edificios a comienzos del Siglo Veinte. En 1906 vivían en la estrecha y apacible área urbana unas 50.000 personas, cuando el ciudadano bogotano Isidoro Silva, residenciado en la capital de Antioquia, publicó este Primer Directorio General. Además de muchísimas curiosidades sobre los oficios de entonces y la reproducción de los avisos publicitarios que publicaban los periódicos y revistas, esta golosina bibliográfica, el Primer Directorio General de Medellín, de Isidoro Silva, ofrece amplia y documentada información sobre la historia, la geografía, la religión, la cultura y todos los demás aspectos importantes de la Villa de la Candelaria. Quien Quiera explorar el pasado de la ciudad y compararlo con el presente para comprender la evolución urbana en sus diversas facetas. tiene en esta obra una fuente de información de primer orden. La finalidad práctica y provechosa para los medellinenses laboriosos, de la Que hablaba el redactor del prólogo, don Januario Henao, al destacar el trabajo del autor, señor Isidoro Silva, sigue vigente más de un siglo después, para los medellinenses laboriosos del presente.Además de muchísimas curiosidades sobre los oficios de entonces y la reproducción de los avisos publicitarios que publicaban los periódicos y revistas, esta golosina bibliográfica, el Primer Directorio General de Medellín, de Isidoro Silva, ofrece amplia y documentada información sobre la historia, la geografía, la religión, la cultura y todos los demás aspectos importantes de la Villa de la Candelaria. Quien Quiera explorar el pasado de la ciudad y compararlo con el presente para comprender la evolución urbana en sus diversas facetas. tiene en esta obra una fuente de información de primer orden. La finalidad práctica y provechosa para los medellinenses laboriosos, de la Que hablaba el redactor del prólogo, don Januario Henao, al destacar el trabajo del autor, señor Isidoro Silva, sigue vigente más de un siglo después, para los medellinenses laboriosos del presente.La finalidad práctica y provechosa para los medellinenses laboriosos, de la Que hablaba el redactor del prólogo, don Januario Henao, al destacar el trabajo del autor, señor Isidoro Silva, sigue vigente más de un siglo después, para los medellinenses laboriosos del presente.