Atenta a los procesos de estratificaci?n urbana y a sus impactos en t?rminos sociales, familiares y escolares, la investigaci?n muestra c?mo en el tr?nsito del siglo XX al siglo XXI, la educaci?n se convierte de manera abierta en un bien transable en un mercado profusamente segmentado de ofertas escolares. As?, pese a los logros de este periodo en materia de universalizaci?n de la educaci?n b?sica y media, la instituci?n escolar ha quedado convertida, por efectos de la capacidad de consumo de las familias, en un ret?n de ad- misi?n social o en una forma de distinci?n y diferenciaci?n social. Una profundizaci?n actualizada de viejas fragmentaciones educativas que se pone de manifiesto en los modos como la escuela ha terminado ofreciendo afirmaciones, autosatisfacciones o paliativos a cada grupo social de manera particular. De este modo, la investigaci?n muestra c?mo en el curso de un siglo, la familia se ha acondicionado a la instituci?n escolar m?s conveniente a su propia condici?n social, o peor a?n, a lo que ha considerado es la instituci?n escolar que la pone cerca o a distancia de determinados grupos sociales. Un asunto que las re- formas o pol?ticas educativas no han podido o no han querido resquebrajar y, que en ?ltimas, mantiene de manera inercial el statu quo con sus desigualdades e inequidades.