El autor el gran crítico y teórico ruso de la literatura, tuvo en la figura y la obra de Dostoievski un objeto de estudio absolutamente idóneo. En el momento en que las tendencias formalistas y sociologistas predominaban en el ámbito intelectual del autor, éste se preocupaba más bien por encontrar en el texto literario las líneas de fuerza espirituales que descubrirían el sentido último y las peculiaridades más relevantes del arte verbal del trágico novelista. Esta obra, es, en este sentido, una reflexión pormenorizada y honda sobre todos los aspectos de la obra dostoiveskiana que más claramente muestran una concepción del mundo. Ello no significa que la tentativa crítica del autor se abismara en una suerte de «filosofía de la literatura»: la lucidez y la agudeza del crítico y del filólogo jamás pierden de vista la especificidad de la literatura que estudia. El autor ha pasado a formar parte, por ello, de ese puñado de críticos y teóricos literarios del tiempo que han contribuido cardinalmente a enriquecer verdaderamente la lectura moderna.Esta obra, es, en este sentido, una reflexión pormenorizada y honda sobre todos los aspectos de la obra dostoiveskiana que más claramente muestran una concepción del mundo. Ello no significa que la tentativa crítica del autor se abismara en una suerte de «filosofía de la literatura»: la lucidez y la agudeza del crítico y del filólogo jamás pierden de vista la especificidad de la literatura que estudia. El autor ha pasado a formar parte, por ello, de ese puñado de críticos y teóricos literarios del tiempo que han contribuido cardinalmente a enriquecer verdaderamente la lectura moderna.