El libro de Abel Rodríguez tiene tres virtudes. La primera es el conocimiento del tema. El autor ha estudiado los problemas y, sobre todo, ha vivido de cerca las tensiones y conflictos del sector educativo. La segunda virtud es la reflexión sobre las posibilidades de la política pública. El análisis de Abel tiene como punto de referencia su experiencia como Secretario de Educación. Y la tercera cualidad del libro es la pasión que manifiesta el au...