«Me llamo Alain Delambre y tengo cincuenta y siete años. Soy un directivo en paro.»El antaño flamante director de recursos humanos Alain Delambre ha perdido toda esperanza de encontrar trabajo y se siente cada vez más marginado. Cuando una empresa de reclutamiento considera su candidatura, está dispuesto a todo con tal de conseguir el empleo y recuperar la dignidad, desde mentir a su esposa hasta pedirle dinero a su hija para poder participar en ...