La autonomía reconocida por la Constitución de 1991 a los entes territoriales no sólo comprende la posibilidad de gestionar sus intereses y administrar sus asuntos, también incluye la capacidad de utilizar las herramientas que les permita proveerse de los recursos necesarios para el cumplimiento de sus funciones. Dentro de estas, la herramienta más importante son los tributos, lo que supone el reconocimiento de un poder tributario en cabeza de la...