Renoir siempre quiso ofrecer la visión más agradable de la vida y para ello se dejó impregnar de su lado más amable. Conoció el dolor y el sufrimiento, pero no los reflejó en sus obras, las cuales son un continuo despliegue de colorido y luminosidad, un derroche de suavidad y ternura. El genial artista experimentó incansablemente varias técnicas y estilos hasta encontrar el suyo propio, lo q...