La malnutrición persistente no sólo está contribuyendo a un fracaso ampliamente generalizado en el logro del primero de los objetivos de desarrollo del milenio, que es reducir a la mitad la pobreza y el hambre, sino también de otros objetivos relacionados con la salud materno-infantil, el VIH/SIDA, la educación y la equidad de género. La prevalencia de peso insuficiente en la población infantil es un indicador clave para medir el avance frente a ...