HAY en Bécquer una cualidad esencial del poeta: la de expresarse con una claridad y firmeza que solo los clásicos tienen. Trátese de sustituir en un verso de Góngora una palabra por otra de igual acento y medida, para «mejorar» el verso, y veremos que es imposible. Ritmo y expresión se compenetran allí, formando un todo que no se puede alterar. Alguien, acaso fuera Coleridge, definió la poesía como «las mejores palabras en el mejor orden». En efe...