Lucía Victoria Torres sabe de diálogos. Y no solo los escribe dotándolos de la dramaturgia necesaria para que el texto cobre vida, sino que se vale de ellos para crear las atmósferas que requiere la situación. La autora sabe de cine, imagen y palabras. Y una buena novela debe ser como una buena película, de esas que superan la acción para darle pie a la reflexión. De esas en las que el espectador termina rascándose la cabeza porque ha visto otra ...