La gran diversidad de discursos que se insertan en Romper el asfalto supone un reto de envergadura para cualquier escritor. En este caso concreto, la autora logra dos objetivos complementarios y aparentemente opuestos: por un lado, consigue una polifonía que de forma verosímil da voz a diversos personajes, con sus propias peculiaridades discursivas; por otro lado, se consigue la unidad a través de un tono relativamente aséptico que, como quería B...