Cuando el deterioro de las condiciones sociales y el empobrecimiento provocan suicidios, aumento de las infecciones por el VIH y desnutrición, como ya está sucediendo en el sur de Europa, la necesidad de un sistema orientado por los principios de la salud colectiva se hace evidente. Inclinarse por la salud colectiva es, en alguna medida, ir en contracorriente pues la imagen social de la salud resulta siendo, paradójicamente, la de la enfermedad. ...