Hacer referencia a la estética de la vida cotidiana como marco general de pensamiento en la relación cultura-salud, en la forma como lo vislumbran los autores en este libro y en los resultados del estudio realizado, puede tomarse como el rescate a la consideración sobre el origen de los conocimientos científicos, expuestas por Agnes Heller en sus conocidos escritos sobre la teoría de la vida cotidiana y que en este documento son situados (los conocimientos) en términos de saberes válidos y reconocidos por los otros (los de la academia); aceptados como complementarios en la medida de su utilidad y expuestos a la mirada de las ciencias y las teorías con las cuales podría contratarse su validez.