Muchos años después hablaron también de la huida, de la selva negra y espesa, de los niños que caían como frutos secos de los árboles y eran devorados por la tierra. Hablaron de las madres que cargaban a sus hijos muertos, de la maldición de los hombres que los persiguieron, por eso ellos, las víctimas de siempre, no tuvieron más escapatoria que lanzarse al abismo.El hijo perdido de Erasmo Soler es ahora parte de Los Pá jaros de Colores, una band...