Los sesgos inconscientes nos afectan a todos. Un reclutador se podría decepcionar si un candidato le pregunta sobre la incapacidad por maternidad. A un profesional de Recursos Humanos le puede parecer más atractivo promover a un graduado de una universidad prestigiosa que a uno de una escuela pública. Un líder puede que crea que una mujer está menos preparada para presentar un reporte en la próxima reunión que su colega varón. Sesgos incons...