Escrita tras el éxito revelador de Jane Eyre, aunque en circunstancias ciertamente trágicas, mientras veía morir a tres de sus hermanos (Branwell, Emily y Anne) , Shirley (1849) nació explícitamente de la vocación de Charlotte Brontë de hacer «algo real, frío y sólido». Con este principio, escribió su única novela en tercera persona, imbricando la experiencia individual con el destino histórico de la colectividad. Robert Moore, «hombre importante...