Desde su personal prisma que combina aquello en apariencia más superficial con lo más profundo, se recuperan también aquí de manera condensada, sus observaciones sobre la importancia de formas como la coquetería, la conversación o mirarse mutuamente esta última, la forma más pura y sublime de reciprocidad. Porque quizás en este punto resida el espíritu último de la sociología pura o formal: deslindar las formas jerárquicas de la subordinación con...