Por la experiencia recogida y a modo de síntesis, se puede concluir que siempre que se produjeron errores o fraudes de significación con efectos nocivos para las organizaciones, éstos no han sido producto de la casualidad ni de la mala fortuna; muy por el contrario, se originaron coexistiendo con condiciones que facilitaron su ocurrencia. Y es que la ausencia total o parcial de controles y/o la excesiva concentración de funciones, permiten la fil...