«Jack se queda a cargo», dijo su madre antes de desaparecer carretera arriba en busca de ayuda. «No tardo nada». Jack, de once años, y sus dos hermanas pequeñas se quedan dentro de un coche averiado y asfixiante, peleándose, lloriqueando y jugando a Veo veo mientras esperan a su madre. Pero, aunque salen a buscarla, esta no vuelve. Y después de ese día de verano largo y caluroso, ya nada será igual. Tres años después, al otro lado de la ciudad, u...