Los trabajos de Augusto Comte y Émile Durkheim, en el siglo XIX, marcaron la separación entre filosofía y sociología. Desde entonces, el estudio de esta última se diversificó en varias ramas y fue el propio Durkheim quien abrió la puerta a la rama educativa; sin embargo, su obra se perdió entre las especulaciones pragmáticas que sus alumnos elaboraron, confundiéndola con una sociología aplicada a la educación. En los años siguientes, algunos estudiosos retomaron la sociología de la educación en un sentido estricto, pero sus investigaciones eran fragmentarias y sólo abordaban determinados aspectos de la materia. Fue sólo en 1940 cuando Fernando de Azevedo entregó este análisis exhaustivo de las teorías y doctrinas pedagógicas en el que, además, aborda la interdependencia que existe entre procesos, sistemas e instituciones escolares y la estructura social. A más de setenta años de su publicación, Sociología de la educación se mantiene como un tratado fundamental y como fuente de información que permite entender las relaciones entre los fenómenos pedagógicos y sociales de la primera mitad del siglo pasado y compararlas con las actuales.