La Catedral de México es un testimonio de la diversidad de manifestaciones artísticas, del talento de arquitectos, escultores, artistas y creadores que lograron construir el monumento religioso más importante de América Latina. Es indudable que, en virtud de la diversidad y complejidad de la riqueza de este monumento, este proceso ha fructificado gracias al compromiso y participación de la sociedad, de las entidades de gobierno y las autoridades eclesiásticas, logrando reunir los esfuerzos necesarios para salvaguardar. El CONACULTA ha comprometido su esfuerzo permanente en favor de la restauración de la Catedral y el Sagrario Metropolitanos, tanto en la etapa de la corrección geométrica que se terminó con resultados muy alentadores y que continúa en una fase de monitoreo, así como en la etapa de rehabilitación general del monumento.