Desde siempre la palabra proclamada fue escandalosa para la cultura religiosa establecida, así lo demuestran relatos de los hechos de los apóstoles (Hch. 2,13), incluso generó rupturas irreductibles hasta el punto que Pablo consideró que esos discursos y testimonios se constituyen en una locura para el mundo. El discurso, las palabras son la manera como se transmite este kerigma, quedando inserta en un sistema las representaciones del mundo y del...