Enfrentarse al deslumbrado periodismo de hoy cuando se ha hecho periodismo auténtico por medio siglo, sin declinar un instante, asomado siempre a la actualidad de la historia, sin confundir el sordo rumor de los acontecimientos con los artificiosos signos del farandulismo reinante, resulta muchas veces empresa llena de decepciones. Hay sin embargo una pequeña legión que ha marchado y sigue transitando sin vacilaciones el camino que lleva de la ...