Cuando, una mañana de octubre de 2013, sonó el nombre de Alice Munro como ganadora del Premio Nobel de Literatura, no eran muchos los lectores que conocían su obra, que habían andado con ella por los pueblos canadienses donde se despliega su mundo y habían descubierto los secretos que se esconden a menudo debajo del mantel de hule de una mesa de cocina cualquiera. Muchos se preguntaron por dónde empezar a leer, y la respuesta está en Todo queda e...