Tras la baranda reúne magistralmente dos géneros literarios: el relato carcelario y el entremés judicial. Uno, el mundo escabroso y subterráneo del reo, abordado por plumas magistrales como las de Alvaro Mutis en Diario de Lecumberri, el otro, el túnel laberíntico del acusado y del reclamante, la divertida picarezca judicial, al mejor estilo de Chejov. Tras la baranda nos arrastra por el submundo de los pasillos judiciales y las celdas carcelaria...