Leer Tres mujeres, dos balas y un amorcito japonés es reafirmar lo poderoso en las palabras de Daniel Canal Franco. Una experiencia trasgresora e inaudita, donde salen a flote los pasajes más oscuros —pero también más sinceros— de todas las edades de los seres humanos. Un viaje que nace de las llamas y traduce los secretos de dos personajes que —unidos por algo más que el destino— logran revelarse ante sus fantasmas, sus pasados, y sus promesas. A través de un lenguaje puntual —y no por eso menos poético— el libro logra agarrar la mano de quien lo lee y mostrarle, como en primera persona, aquellos dolores que terminan siendo, nada más y nada menos, amor.