Existe una comunión de bajos fondos, conectados entre sí como una trama diabólica sobre la que se dibujan amores y ciudades, puentes levadizos y malentendidos. En los bajos fondos de Buenos Aires, en los arrabales del tango, se desarrolla Hay que sonreír, la primera novela de la autora de este texto, publicada en 1966. Los avatares de Clara, conmovedora prostituta que responde a leyes poéticas, prefiguran todo lo que será la novelística de la aut...