La poesía de Cecilia Balcázar fluye en simbiosis con el paisaje, esa piel sensitiva de nuestro ser-en- el-mundo. Porque paisaje viene de país, con connotaciones familiares de terruño, parcela nuestra de esa madre Gea, de la cual somos fragmento, como es ella, a su vez, expansión nuestra.Su palabra poética trasciende la cotidianidad para tratar de alcanzar una dimensión más profunda y fuera del tiempo. La fuerza del diálogo poético reside precisamente en la tensión hacia lo eterno.Su palabra poética trasciende la cotidianidad para tratar de alcanzar una dimensión más profunda y fuera del tiempo. La fuerza del diálogo poético reside precisamente en la tensión hacia lo eterno.