Al poemario Umbral Inconcluso, la autora lo clasifica en el subgénero de la biopoesía, una de las definiciones más completas de la creación lírica. La vida y la poesía se entrelazan en una especie de banda de Moebius. Las cinco partes del conjunto, pájaro invisible, umbral paralelo, paja aletargada del inconsciente, prosemas plurales y haiku del alma, ubican al yo lírico femenino en un cruce o umbral, entre el final de los años terrestres y la partida a un universo sin límites, al encuentro con la madre, a la integración con todo lo creado.