El 20 de agosto de 1894, el poeta José Asunción Silva viajó en el recién inaugurado ferrocarril Cartagena-Calamar. Al día siguiente, desde Cartagena, escribió una carta a su madre y a su hermana en la que lo describió como una cosa de otro mundo puesta por encanto en ese lugar. Un diablo al que le llaman tren cuenta, apoyado en un amplio acervo de fuentes documentales y gráficas, la historia de ese animal jadeante que con su silbato festivo prete...