"En Un lugar para que rece Adela los personajes siempre están perdiendo algo: el amor, la cordura, la tranquilidad, la vivienda, la familia. Muchos suelen aferrarse a los recuerdos como única opción. Todos viven situaciones difíciles en las que les toca poner a prueba su capacidad de resistencia o de compasión, marcados por aquello de lo que han sido despojados. Andrés Mauricio Muñoz es un prosista estupendo, uno de los más talentosos de la literatura colombiana contemporánea. Ha hecho una carrera silenciosa a puro pulso. Siempre se siente natural, despojado de artificios. Tiene una gran pericia que le permite desarrollar las tramas a través de canales narrativos paralelos, o dando saltos audaces en el tiempo, o fundiendo el diálogo de un personaje con la voz del narrador. En estos cuentos hay una tensión dramática formidable que mantiene al lector en vilo. Muñoz es un fisgón que sabe mirar la condición humana. Lo hace, a ratos, con una especie de conmiseración burlona que permite evocar los cuentos de humor negro de Saki. Pero también con tramas laberínticas de acento borgeano. Un lugar para que rece Adela es uno de los mejores libros de cuentos colombianos de los últimos tiempos".Alberto Salcedo Ramos