«Sí, tengo tu carta y fue un gran placer recibirla. Es tan poco frecuente recibir una carta sin pedirla y sin que haya necesidad de escribirla y son las únicas que merece la pena recibir».Para entretener, divertir, interesarse por la salud o las penas de sus destinatarios y aliviarlas en lo posible. Con esos motivos escribía sus cartas Virginia Woolf. Para intercambiar ideas, comunicarse, conocer cotilleos, saciar su curiosidad por la vida de sus...