Decidí que Orion Lake debía morir cuando me salvó la vida por segunda vez. Todo el mundo adora a Orion Lake. Todos los demás, quiero decir. Por mí puede meterse su rimbombante magia combativa por donde le quepa. No pienso unirme a su grupo de fervientes seguidores. A diferencia del resto, yo no necesito la ayuda de nadie para sobrevivir a la Escolomancia. Olvídate de las hordas de monstruos y de los artefactos malditos: lo más probable es que n...