Esta publicación surge por la interacción cotidiana del autor con la violencia en Colombia. La violencia es sectorial, no golpea a todos por igual, escoge objetivos, que pueden ser personas, grupos o regiones geográficas. Siendo así, los colombianos se han acostumbrado a escuchar cifras sobre el problema social, sus causas y consecuencias. El problema de los desplazados es muy grave, pues se calcula, acorde con informes internos en el país, que desde 1985 alrededor de un millón y medio de colombianos han sido obligados a abandonar su lugar de origen. Amnistía Internacional estima, por su parte, que en los últimos veinte años más de tres millones de personas se han tenido que desplazar de Colombia debido a problemas de orden público, convirtiéndose en uno de los países con más alto índice de desplazados en el mundo, al lado de Sudán, Sri Lanka, entre otros. La verdad sobre el número real de desplazados no existe, puesto que mucha información ha sido distorsionada por la violencia misma y, junto a este factor, por la inexistencia de un sistema sólido y exacto de consolidación de datos. El tema de los desplazados fue escogido como trabajo de investigación por las características y honda significación que tiene en el imaginario de los implicados. Dejar atrás el arraigo a la tierra, la comunidad donde uno nace y se reconoce como persona, genera un derrumbamiento de las estructuras de cada ser humano, puesto que todos viven y actúan por pasiones. El tema es aparentemente coyuntural, momentáneo si se quiere, pero la solución no lo es, puesto que las causas del desplazamiento en Colombia son estructurales e involucran a los actores políticos como son los gobiernos, la distribución de las riquezas, los intereses clasistas, la tenencia de la tierra. El tema de los desplazados fue escogido como trabajo de investigación por las características y honda significación que tiene en el imaginario de los implicados. Dejar atrás el arraigo a la tierra, la comunidad donde uno nace y se reconoce como persona, genera un derrumbamiento de las estructuras de cada ser humano, puesto que todos viven y actúan por pasiones. El tema es aparentemente coyuntural, momentáneo si se quiere, pero la solución no lo es, puesto que las causas del desplazamiento en Colombia son estructurales e involucran a los actores políticos como son los gobiernos, la distribución de las riquezas, los intereses clasistas, la tenencia de la tierra.