Tokio. En Jinbocho, el barrio de librerías más grande del mundo, los días transcurren con tranquilidad. En las callejuelas alejadas del tráfico, la gente pasea curioseando entre centenares de libros, cómics, guiones de cine e incluso mapas antiguos: hay variedad para todo tipo de lectores. En la librería Morisaki, un pequeño negocio familiar, apenas caben cinco personas. Montones de libros atestan las estanterías hasta invadir todos sus rincones ...