El aedo y los colores, el ensayo que abre el libro, indaga el viejo supuesto de la correspondencia de las artes, de un origen, un desarrollo y un destino común; Círculos y variaciones, sobre el eterno retorno y la conjetura del teatro dentro del teatro, parece menos un aplicado raciocinio que un divertimento metafísico: un plagio más a Borges; El ruiseñor y la alondra, inspirado por un diálogo de Romeo y Julieta en el balcón sobre el jardín de lo...