Colombia es conocida por el conflicto armado. Así, la gran pared del Museo de la Cruz Roja Internacional de Ginebra que registra anualmente los hechos de guerra y paz en el mundo, trae, desde 1948, la expresión Colombian troubles. También se sabe que, independientemente de la pureza de las intenciones o de su claridad estratégica, los procesos de paz con las guerrillas o con los paramilitares se enredaron y terminaron en sainete. Quizá porque han concebido la paz como un medio para incrementar su poder, los políticos que manejan el Estado y los jefes guerrilleros, narcotraficantes o paramilitares, han demostrado ligereza en sus diálogos de paz, incluso, cuando combaten y ponen a la población inerme entre las balas.Violencia pública en Colombia, 1958-2010, enfoca con particular intensidad las élites del poder y las que buscan desalojarlas empleando el método de la guerra de guerrillas en un campo de hostilidad absoluta. Escenario en el que los jefes de organizaciones de narcotraficantes, paramilitares, o su combinación, se ponen del lado del orden establecido. La interpretación que procura este libro es una de tantas posibles. Siguiendo a vuelo de pájaro la trayectoria del conflicto armado, busca coordenadas que lo sitúen en la historia de la formación inconclusa del Estado-nación, de la cual suele relegarse, erróneamente, la dimensión internacional. En este sentido, el texto subraya el límite de la soberanía nacional colombiana: la subordinación pragmática de las élites del poder a los grandes paradigmas y políticas de Washington: La Guerra Fría, la guerra a las drogas, la guerra al terrorismo y al crimen organizado.Violencia pública en Colombia, 1958-2010, enfoca con particular intensidad las élites del poder y las que buscan desalojarlas empleando el método de la guerra de guerrillas en un campo de hostilidad absoluta. Escenario en el que los jefes de organizaciones de narcotraficantes, paramilitares, o su combinación, se ponen del lado del orden establecido. La interpretación que procura este libro es una de tantas posibles. Siguiendo a vuelo de pájaro la trayectoria del conflicto armado, busca coordenadas que lo sitúen en la historia de la formación inconclusa del Estado-nación, de la cual suele relegarse, erróneamente, la dimensión internacional. En este sentido, el texto subraya el límite de la soberanía nacional colombiana: la subordinación pragmática de las élites del poder a los grandes paradigmas y políticas de Washington: La Guerra Fría, la guerra a las drogas, la guerra al terrorismo y al crimen organizado.Siguiendo a vuelo de pájaro la trayectoria del conflicto armado, busca coordenadas que lo sitúen en la historia de la formación inconclusa del Estado-nación, de la cual suele relegarse, erróneamente, la dimensión internacional. En este sentido, el texto subraya el límite de la soberanía nacional colombiana: la subordinación pragmática de las élites del poder a los grandes paradigmas y políticas de Washington: La Guerra Fría, la guerra a las drogas, la guerra al terrorismo y al crimen organizado.