El más grande dramaturgo de la literatura mundial de todos los tiempos fue un genio que tenía mucho de común. Le tocó vivir en la Inglaterra isabelina, una época de contrastes, de represión y libertad, de brotes de peste y florecimiento del teatro. Una edad en la que los actores eran considerados poco más que maleantes, y en la que ser un dramaturgo podía costar la vida, o la tortura.Esta biografía del Bardo de Avon refleja, como ninguna otra, la...