Artur Azevedo es conocido principalmente por su destacada labor como dramaturgo (escribió más de doscientas obras de teatro), aunque otro género en que fue excepcional es el cuento. No cabe duda de que fue un maestro de la risa, sus cuentos se caracterizaron por ser ágiles y divertidos, fieles a su propósito de caricaturizar brillantemente la sociedad carioca. Su primer libro de cuentos fue publicado en 1897 (Contos Possíveis), aunque desde 1871 tengamos noticias de su producción cuentística. Estos exageran elementos del día a día para criticar la sociedad brasileña. Por esto, frente a la moral superficial y los buenos modales, Azevedo expone infidelidades, fanfarronerías y condena abiertamente los vicios de las élites. Además, sus relatos exploran tensiones y diferencias sociales y de género, tematizan la cotidianidad y abogan por el progreso y modernización técnica y moral de la nación.