Este libro reconstruye la historia trágica de la mezcla de violencia, mafia y política en Colombia desde los años 90 hasta 2009. Las investigaciones judiciales revelan que, en ese período, una tercera parte de los cargos políticos en las ramas legislativa y ejecutiva, desde instancias locales hasta la nacional, fue capturada por organizaciones armadas y mafiosas. Los enemigos de la democracia no sólo están fuera del Estado; una parte sustancial está dentro. Esos enemigos agazapados consolidaron nuevas elites de poder político y económico de carácter híbrido, que tienen un pie en la legalidad y otro en la ilegalidad. Dichas elites emergentes reconfiguraron el mapa político nacional, confluyeron masivamente en el proyecto político uribista a partir de 2002 y desde allí lograron aprovechar y reconfigurar sustancialmente parcelas de lo público en su favor. El camino para llegar a semejante logro no estuvo exento de costos para la democracia. Durante las últimas dos décadas Colombia ha tenido tres veces más violaciones a los derechos humanos que las tres dictaduras militares del Cono Sur sumadas. Esa es la magnitud de la tragedia humanitaria y democrática de quienes se propusieron, y lograron, refundar la patria.Esos enemigos agazapados consolidaron nuevas elites de poder político y económico de carácter híbrido, que tienen un pie en la legalidad y otro en la ilegalidad. Dichas elites emergentes reconfiguraron el mapa político nacional, confluyeron masivamente en el proyecto político uribista a partir de 2002 y desde allí lograron aprovechar y reconfigurar sustancialmente parcelas de lo público en su favor. El camino para llegar a semejante logro no estuvo exento de costos para la democracia. Durante las últimas dos décadas Colombia ha tenido tres veces más violaciones a los derechos humanos que las tres dictaduras militares del Cono Sur sumadas. Esa es la magnitud de la tragedia humanitaria y democrática de quienes se propusieron, y lograron, refundar la patria.El camino para llegar a semejante logro no estuvo exento de costos para la democracia. Durante las últimas dos décadas Colombia ha tenido tres veces más violaciones a los derechos humanos que las tres dictaduras militares del Cono Sur sumadas. Esa es la magnitud de la tragedia humanitaria y democrática de quienes se propusieron, y lograron, refundar la patria.