Esta no es una historia del ser Caribe autentico. Es, más bien, un cuento de la ambigüedad que genera la globalización. Desde un punto de vista se prefiere y apoya al caribe autóctono, folclórico, nostálgico, mamagallista y soñador. Ponderar entre las tradiciones impuestas y las costumbres raizales, entre la cultura y la civilización arrolladora de la aldea global, entre los nuevos valores y los principios de los abuelos, entre la tradición oral y la Internet, entre la música electrónica y el vallenato, entre el tabaco de la paz y las pepas. Entre el cansancio que trae la carrera y la calma de la tertulia en la hora mágica del atardecer, es algo muy difícil. Con esta obra solo se busca mostrar, quien decide es el lector