En este libro, considerado ya un clásico, de Bono, razona que la discusión no conduce a la verdad sino simplemente a ganar en un duelo verbal. No niega el valor de la argumentación, pero señala sus numerosas limitaciones debidas a la presunción de que las percepciones y los valores son comunes, universales y permanentes, lo que tiene nefastas consecuencias en los planos de la investigación y la creatividad. Demasiadas mentes brillantes se han vis...