La biografía y la obra de Jean-Paul Sartre son la historia de una conversión lenta y dolorosa del individualismo a una comprensión social de la subjetividad. En el transcurso de esta historia, los desplazamientos que afectan su concepción de lo humano, de la ética y de la política se entrecruzan con una variación fundamental que se refiere a la cuestión del sentido y el valor de la existencia. Distanciándose progresivamente de la afirmación inicial del absurdo radical de la existencia (la experiencia de la nausea), Sartre descubre que la existencia sin sentido es una producción social, caracterizada por el derrumbe de la relación con los otros. La nausea es la apropiación subjetiva de estructuras sociales e históricas instauradas por la modernidad liberal individualista, y no un simple accidente en la vida de un individuo. Lejos de ser atributos naturales de la existencia, el sentido y el sin-sentido aparecen como posibilidades de lo humano, confiadas a al responsabilidad de lo humano. Este libro se propone reconstruir la historia de este descubrimiento, explicando sus efectos en el terreno ético y político.